Por Carla Heiras

Es muy probable que mientras leamos esté artículo, más de algún padre o madre desesperados y al punto del colapso o en calidad de histeria, estemos dando de vueltas por toda la Ciudad para encontrar ese único juguete que falta para tener la lista de felicidad completa para nuestros hijos, durante la mañana de este 6 de enero.

Y es que para la mayoría de los niños mexicanos, la visita de los Reyes Magos sigue siendo la más esperada del año. Según datos de Profeco, el 60% de los pequeños en nuestro país, prefieren a los Reyes que a Santa y, las familias, gastan un promedio de tres mil pesos para los regalos de los niños para esta noche, muy a pesar de los esfuerzos de las marcas más poderosas por posicionar a Santa como el mejor personaje para repartir felicidad en Navidad.

Así, en estas épocas de dar amor y compartir es como el marketing de consumo adquiere un valor inapelable en comparación con el resto del año. Con el aguinaldo, no sólo se compran juguetes para los niños, se organizan también grandes comilonas que incluyen platillos tradicionales y por qué no, algunas bebidas exóticas. De igual forma, vestir bien y estrenar un calzón rojo para la fiesta de Año Nuevo es parte del ritual que anuncia un período económicamente prometedor.

Para los católicos, los Reyes Magos, representan una leyenda de su religión que trata sobre tres hombres de diferentes etnias y edades que llevaron regalos al Niño Jesús, el hijo de Dios. Ese símbolo multicultural ha adquirido mayor relevancia pues proyecta una situación mundial actual; y qué decir de su espíritu ecologista al preferir seguir utilizando sus cansados animales como medio de transporte.

Santa Claus por su parte, es un amable viejo barbón con pinta de extranjero que viene desde pueblos nórdicos. Aparentemente, esa publicidad que se le atañe a Coca-Cola en los años 20’s, ha enterrado la verdadera historia de Papa Noel que deriva de una figura también religiosa, de San Nicolás de Bari. Un obispo que tenía la particularidad de ser muy generoso con los niños.

Así que no importa quién de estos personajes sea tu favorito para cumplir el sueños de tus peques, pues en este país con tantas diferencias ideológicas, culturales, económicas y sociales, tenemos que echar mano de todo aquél que esté dispuesto a comprar, para compartir y repartir felicidad a través de un sinnúmero de productos.

Mi petición para los Reyes Magos: que la buena voluntad prevalezca en todo el año para que en el actuar de nuestra sociedad sobresalga el respeto, la tolerancia y la solidaridad y que no solamente triunfen las buenas estrategias de marketing y publicidad.

¡Nuestros mejores deseos para todos este 2018!