La Historia de la Semana: Inés Sainz
En la historia de la semana, nos inspiramos en la vida de Inés Sainz: abogada, modelo, periodista, analista y conductora de deportes, tiene dos maestrías, es queretana y tiene 42 años. Güera, guapa y exitosa… ¿porqué no?
Inés creció en una familia con tres hermanos hombres, y con el deporte como parte de su existencia. Fue karateka y jugadora de voleibol, y también ha compartido con su familia el gusto por el futbol.
Esta historia nos inspira, porque aunque Inés es abogada de profesión, el deporte es su pasión, su vida. Decidió incursionar en el terreno de la conducción de programas deportivos en una época en que dicha actividad era liderada por el género masculino, y se convirtió así en un parteaguas para que las mujeres se atrevieran a perseguir sus pasiones.
No todo ha sido miel sobre hojuelas para Inés: hubieron personas que trataron de obstaculizar su camino, y otras que le cerraron puertas. Pero la resilencia, la insistencia y la perseverancia hicieron que ella lograra sus objetivos. Y sin haber cruzado el Atlántico, fue a Europa a hacer sus primeras entrevistas a jugadores de futbol, tocando puertas en los mejores clubes de ese continente. Ese fue sólo el principio de lo que hoy conocemos: una conductora que entrevista a los mejores deportistas de todas las disciplinas, y una analista que está presente en los más importantes eventos deportivos. Hoy, Inés es conocida como “la Mujer del deporte en México”.
Además de tener su propia casa productora, ser imagen de diferentes eventos y marcas en México, y ser conductora para TV Azteca, Inés es esposa, y mamá de cuatro hijos, y ha logrado encontrar el balance para tener éxito en todos los aspectos de su vida.
¿Por qué la admiramos?
Porque es una gran mujer, que a pesar de serlo, no se dejó intimidar. Porque cuando se dio cuenta de lo que necesitaba para ser grande, se siguió preparando. Porque nada ni nadie se interpuso en el proyecto de vida que se planteó, y porque ha sabido conjuntar la integridad y el equilibrio en su desarrollo, como persona y como profesionista.